Paralelamente a la Sanación Energética, la Musicoterapia ofrece una importante experiencia de bienestar, que puede ir tan lejos como la sanación, gracias a las vibraciones y frecuencias generadas por los instrumentos.
¿El sonido como medicina?
Si el concepto puede desafiar a las personas que no conocen este enfoque, el uso del sonido - tocado o cantado - en un entorno terapéutico, por no decir metafísico o místico, es una práctica que siempre ha acompañado a la humanidad.
Por nombrar solo algunos ejemplos :
- El Yikadi, más conocido como didgeridoo, ha sido utilizado por los Aborígenes como una herramienta de curación durante milenios.
- En el antiguo Egipto, los sacerdotes cantaban usando vocales en un orden preciso, tocaban instrumentos generadores de ultrasonidos como Sistra y utilizaban la acústica hábilmente estudiada de los templos para amplificar el sonido de las ceremonias.
- El matemático Pitágoras, descubridor de las leyes de la armonía en las que descansa toda la música moderna, consideró que "la música tiene un valor ético y médico". Una música que, "por medio de ciertas melodías y ritmos, produjo sanaciones en los rasgos de carácter y pasiones de los hombres, trajo armonía entre las facultades del alma". Hablamos aquí de calmar la psique, la ira y la agresión.
- Los Icaros de curanderos tradicionales en América del Sur son canciones que acompañan a las ceremonias de curación basadas en sustancias enteógenas, que llevan claves de frecuencia para interactuar con la energía curativa de la Tierra (Pachamama).
- Los cantos rituales y tambores de los chamanes del norte de Asia y los curanderos de África o América, llevan a los participantes a estados de conciencia modificados, además de la experiencia mística, para entrar en relación con las energías curativas.
- Los templos indios construidos en la roca y cuya sala de oración tiene un gong empotrado en el techo, émiten armonías y vibraciones profundas a través de las oraciones y mantras, incluso si tienen lugar fuera de la habitación.
- Los gongs y cuencos cantores de los monjes tibetanos, una vez resonados, producen frecuencias propicias para la introspección, la meditación y la mejora de la salud.
Por lo tanto, el sonido y la música, que son vibraciones y frecuencias, y por lo tanto, energía, tienen esta admirable capacidad para traer... armonía a nuestras vidas.
Relajación... Meditación... Dejar ir... Placer...
Dependiendo del tipo de sesión de Musicoterapia y la sensibilidad de cada persona, los sonidos y la música sirven como guía para meditar, relajar la tensión, introspectar, reorientar, reequilibrar, anclar, calmar, eliminar el estrés, viajar ...
Las sesiones mezclan instrumentos con diferentes sonidos, a su vez profundos o aéreos, dando como resultado piezas acústicas originales enfocadas en el bienestar e invitando al viaje interior, la reconexión con nuestro Ser.
Las frecuencias y vibraciones generadas por instrumentos como el gong y los cuencos cantores entran en resonancia con todos nuestros cuerpos, tanto físicos como sutiles, para un resultado que puede sorprender a los más escépticos acerca de su alcance.
¿Cómo es una sesión de Musicoterapia?
Las sesiones de Musicoterapia tienen lugar en la oficina y duran entre 1 hora y 1 hora y 30 minutos, dependiendo de la sesión elegida. Encontrará los detalles de las sesiones en la parte inferior de la página.
Las sesiones pueden ser públicas, privadas o reservadas por un grupo, según su conveniencia.